Imagino que ya lo sabes, si vives con un gato en algún momento vas a tener que tener que desplazarte con tu gatito, aunque sólo sea para ir hasta el veterinario…y todos los que tenemos gatos sabemos lo complicado que puede resultar viajar con gatos, toda una odisea.
Esa es una de las razones por las que muchas personas deciden no llevar de vacaciones a su gato, por que son unos animales que no soportan los cambios. Cualquier alteración en sus rutinas, incluso cambiar la disposición de los objetos dentro de casa, les puede causar estrés.
Pero no hagamos del desplazamiento con tu gato un muro insalvable, hay fórmulas y consejos que puedes poner en práctica para solventar el problema, o al menos reducirlo en parte. También ayuda contar con los accesorios adecuados: un transportín, un arnés, collar…
De viaje con un gato
Me voy de viaje ¿Qué hago con mi gato?
Hay varias alternativas cuando tienes que salir y no quieres o no puedes viajar con gatos:
- Si te vas de viaje de vacaciones por una corta temporada (viajes de menos de diez días), siempre puedes dejar a alguien al cargo de tu gato.
Una persona de tu confianza puede pasar todos los días, o cada dos días, como mucho a realizar las tareas habituales: limpiar el arenero, darle su comida y también a pasar un rato con él, haciéndole compañía. - Dependiendo de donde vivas, hay empresas que pueden realizan este servicio a domicilio, visitan a tu gato, comprueban que esté bien y le dan de comer.
- Otra opción pasa por utilizar las residencias de animales, aunque con los gatos no siempre son la opción más aconsejable, ya que les produce mucho estrés y acusan en exceso salir de su casa, estar con personas desconocidas y en compañía de otros animales.
Consejos para viajar con un gato
Si no quieres prescindir de la compañía de tu gatito, por que vas a pasar mucho tiempo fuera o simplemente, el viaje hasta el veterinario es necesario y obligatorio, hay una serie de consejos que creo que te serán de total utilidad:
Preparación del viaje
- Si viajas con frecuencia al mismo lugar, tu gato se puede acostumbrar poco a poco. Al principio, como todo lo que sea cambiar su rutina, le desagradará. Pero con el tiempo los viajes formarán parte de su rutina y disfrutará, sino del viaje, puede que del destino.
- No olvides llevar la cartilla sanitaria del gato, con todas sus vacunas y desparasitaciones al día.
- Tu gato debería tener microchip, por si se extravía y otra opción muy válida es ponerle un collar para gatos con GPS.
- Si vas a salir fuera, planea el viaje con antelación. Hay países que te van a poner muchas trabas para entrar con tu gato, como documentación específica o vacunas que sean obligatorias en el país de destino.
- Evita las temperaturas extremas. Si hace mucho calor o mucho frío, tu gato se puede resentir del viaje.
Hay que procurar no darle de comer en las horas previas, para evitar que pueda tener mareos y vomitar. - Evita el uso de collares para gatos demasiado ajustados, que le puedan hacer sentir agobio.
El transportín
- Para viajar con gatos en coche, avión o tren, es necesario disponer de un transportín, preferiblemente duro, homologado y suficientemente espacioso para que pueda tumbarse y darse la vuelta.
- Si los viajes son cortos, como al veterinario, no necesitamos ser tan exigentes con la homologación, ni con el tamaño, aunque siempre tiene que suficientemente grande.
- Para que nuestro gato entre de buen grado dentro del transportín, podemos meterle alguno de sus juguetes favoritos, su mantita y utilizar feromonas gatunas, como Feliway. Estas feromonas hacen milagros.
- Un buen consejo es cubrir el transportín con una sábana o una manta, a los gatos les encantan los sitios cerrados y oscuros.
- Si realizamos un trayecto largo, debemos tener agua a su disposición y que pueda beber con comodidad. Si es muuyyy largo, tendremos que pensar en la posibilidad de introducir un arenero en su interior, y si no es posible, coloca un empapador en el fondo, por si tu gato termina por orinar dentro del transportín.
Como viajar con un gato
Dependiendo del medio de transporte, hay otra serie de cuestiones que te debes plantear. No es lo mismo viajar en un coche, que en un autobús, tren o avión.
Cada medio tiene sus ventajas y desventajas, como sus peculiaridades que debes conocer:
Viajar con gatos en coche
Es la forma más habitual de viajar y quizás la más cómoda para ir con un gato, pero no siempre es posible.
Si vas a viajar en coche tienes dos opciones, que tu gato vaya en un transportín o que no utilice transportín.
Un transportín para viajar en coche tiene sus ventajas, aunque yo pensaría mejor en una jaula para gatos, suficientemente espaciosa como para incluir un bebedero y un arenero.
Si tu gato viajará sin transportín, no puede ir suelto dentro del coche, te expones a una multa de hasta 200€, por no hablar del peligro que supone que interfiera durante la conducción y cause un accidente.
La mejor opción es utilizar un transportín de viaje para coche, una cesta que va totalmente abierta y que incluye un arnés para gatos que se puede sujetar al cinturón de seguridad, de modo que restringes su libertad de movimientos, pero el gato comparte el habitáculo contigo.
Viajar con gato en autobús
Es una opción, pero probablemente sea la peor para tu gato, y puede que no sea posible, ya que sólo se permite un “animal” por servicio, si alguien decide viajar al mismo tiempo que tú, uno de los dos tendrá un problema.
En segundo lugar, el gato debe viajar en la bodega con el equipaje. Seguro que sabes como es el habitáculo de las maletas, oscuro y sin ningún tipo de medida de seguridad para tu mascota.
Algunas líneas de autocares (línea Premium de Alsa) si tienen prevista esta situación, y disponen de un lugar para mascotas climatizado y adaptado. Es necesario realizar reserva previa.
El gato viajará bajo tu responsabilidad, sin que la empresa se haga responsable de nada. Además, debes presentarte quince minutos antes de salir, para que el conductor te indique donde debes colocarlo.
Viajar en tren con gato
Renfe si permite el viaje con mascotas pequeñas en el tren, “siempre” que el resto de los ocupantes no se opongan y no provoca molestias.
Lo mejor es buscar un horario con poca gente y dentro del tren, elegir uno de los rincones menos transitados para no molestar a nadie.
Tu gato puede viajar contigo bajo tu responsabilidad, lo mejor es que vaya dentro de su transportín y tenerlo a tus pies. Un detalle, sólo se permite una mascota por pasajero: más información de Renfe.
Viajar con gatos en avión
Tu gato puede viajar en avión contigo sin problemas. Para evitar cualquier tipo de problema, te aconsejo seguir estas pautas:
- Reserva tu pasaje con antelación. Puede que en ese vuelo viajen muchas mascotas y tu gato no pueda ir en cabina.
- El transportín debe tener la homologación IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo), lo habitual es que te exijan un transportin rigido de gatos para viaje avion. En todo caso, aclara con la aerolínea sus condiciones para viajar con mascotas, no todas son iguales
- Ryanair y Easy Jet no permiten viajar con animales, mientras que Iberia, Air Europa y Vueling, permiten que tu mascota viaje en cabina.
- También debes informarte del precio del billete para que tu felino viaje contigo.
- Infórmate de las condiciones para viajar a tu país de destino. Cada aeropuerto tiene unas normas propias y en determinados países las mascotas deben pasar una cuarentena.
Viajar en barco con gato
No difiere en exceso de viajar con otro tipo de medios. Para viajar con gatos en un barco, debes reservar tu plaza con antelación, muchas compañías permiten que vayas con más de un gato, siempre que quepan en un transportín.
El precio varía dependiendo de la compañía y la ruta, algunas aplican tarifas planas, mientras que en otras ocasiones y dependiendo del trayecto, puede ser un servicio gratuito.