Una gata en celo puede mostrarse un poco complicada de tratar. Hay que entender que se trata de una etapa inevitable dentro del ciclo vida gato, ya que forma parte del propio proceso de la reproducción del gato.
Las hembras empiezan a presentar ciertos síntomas que sirven para que los machos sepan que están disponibles para el apareamiento.
Las gatas entran en celo muy rápido. ¡Apenas a los cuatro meses de vida! En ciertos casos, esto se prolonga hasta los 11 meses, pero no es lo común.
Lo cierto es que el celo de los gatos hembra implica lidiar con un comportamiento alterado debido a cambios hormonales, idéntico que ocurre con otros animales en la naturaleza.
¿Qué es el celo en los gatos?
No es otra cosa que una parte del ciclo reproductivo de los gatos, un momento en el que la hembra se vuelve más receptiva al macho y se aparean para tener descendencia. Implica un pico del comportamiento sexual. Hay que decir que es algo normal: los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren.
Las gatas parecen ser más susceptibles en esta etapa. Maúllan intensamente, sobre todo por las noches. Además, se frotan contra paredes o sus amos.
Parecen mucho más “cariñosas” que lo habitual. A esto se agrega que despiden feromonas felinas, que no es otra cosa que un sugerente aroma que despierta la libido en los machos. ¿Y qué pasa con los machos? Pues, al respecto doy algunos tips a continuación para saber cómo se comportan y captan el “celo” de las hembras.

El celo de los gatos y su comportamiento
Un gato macho en celo responde a la actitud de las hembras. Los machos no tienen un periodo de celo propiamente dicho.
Su cuerpo tampoco entra en esa etapa, en realidad, solo responden a los estímulos de las gatas, es así como empieza un ritual de apareamiento.
El ritual antes mencionado incluye oír a los gatos maullando en celo, los cuales responden a su vez a los maullidos de las gatas. Por otra parte, el gato macho suele oler las feromonas de las gatas… advierto a los dueños de gatos que este aroma los enloquece ¡Literalmente!
Cuando lo anterior sucede, el gato desea escapar para buscar a la hembra. Además, empieza a orinar por todas partes para “marcar territorio”, y también se torna agresivo. ¡Así es la naturaleza y sus instintos!
¿Cuándo empieza el celo?
Debo decir que la combinación del primer celo de la gata y una fecha precisa es algo que no se puede afirmar con exactitud ¿Por qué? El periodo de una gata en celo varía de una raza de gatos a otra.
Algunas felinas entran en celo a los 4 meses, otras a los 6 meses, 8 meses y hasta los 11 meses.
Por otro lado, mucha gente me ha preguntado: tengo una gata en celo ¿Qué hacer? La verdad, durante la época de celo gatos y humanos entran en una relación compleja.
Lo mejor para calmar a la gata es ponerla sobre una superficie tibia. También, mantenerla lejos de los machos. ¡Y tener paciencia con sus maullidos!
¿Cómo saber si mi gata está en celo?
Ya te he contado antes algunos rasgos de una gata en celo, sus síntomas y características. No obstante, si aún tienes dudas sobre si tu gata ha entrado en celo, estos son los síntomas que deberías apreciar:
- Maullidos muy fuertes, sobre todo en la noche
- Se tornan mimosas y cariñosas en extremo
- Suelen poner la posición de monta al tocarlas: espalda arqueada y anatomía lumbar elevada
- Lamen sus genitales con reiteración
- Pierden apetito
- Orinan con frecuencia: la orina tiene aromas fuertes que atraen a los gatos
Hay que estar atentos a estos síntomas. Además, prepararse para atender a la gata en estado de celo.

¿Cuánto le dura el celo a una gata?
Ante la pregunta sobre cuántos días dura el celo de una gata, hay que decir que es variable. La duración del celo de una gata depende de la raza del animal; en promedio deja algo que durar entre los 5 y hasta los 12 días.
¿Cada cuánto es el celo de una gata?
No existe una cantidad exacta de celos en los gatos hembras, hay muchos factores que pueden influir en el número de celos, como la raza o si ya ha estado embarazada durante el año.
Una cantidad aproximada de celos podría ser: las gatas en promedio desarrollan hasta 8 y 12 celos por cada año.
¿Cómo calmar el celo de una gata?
Una pregunta habitual con los veterinarios es: ¿qué se le puede dar a una gata en celo?
La verdad, lo mejor es no darle anticonceptivos orales ni inyectados. Esto genera mastitis o cáncer en estos animales.
Lo ideal es darle atención, cariños, abrigarla con tela caliente, no dejarla salir y evitar que un gato se le acerque, si no queremos tener una camada de gatos indeseada.

Fases del celo en una gata
El comportamiento de una gata en celo se divide en varias etapas.
Tales fases, claramente definidas, son las que indico a continuación:
- Proestro: dura entre 1 y 3 días. Es cuando la hembra atrae al macho, pero no se deja montar
- Estro: aquí es cuando la gata acepta al macho, siendo de una duración de hasta 6 o incluso 12 días. Si la gata no queda preñada, se repite la ovulación.
- Anestro: un lapso de inactividad ovárica hasta el siguiente celo, de 2 o 3 meses.
- Interestro: lapso entre dos celos seguidos, que suele ser de 7 días.
- Diestro: cuando ocurre otra ovulación y se repite el celo.
Recomiendo al dueño de toda gata estar pendiente de estas fases, si está interesado en la cría de gatos o todo lo contrario, así está preparado para atender a su mascota debidamente.
Esterilizar: la solución
Hay personas que preguntan cómo quitar el celo a una gata de forma natural. Debo ser honesto: el celo no se puede quitar, en todo caso, se pueden minimizar sus síntomas, pero nunca eliminarlo.
Por lo anterior, otra interrogante habitual es si se puede esterilizar a una gata en celo: la verdad, en pleno celo no es bueno hacer esta intervención quirúrgica.
No obstante, es una excelente alternativa para que la gata no manifieste su exacerbada conducta de procreación. Para ello, hay que estar conscientes de que la esterilización es una operación irreversible: la gata nunca podrá tener descendencia.
A partir de la esterilización, la vida del gato cambia por completo, se vuelven más sedentarios y tienen tendencia a engordar, por eso conviene alimentarlos con un pienso para gatos esterilizados.