Castrar a un gato o no, es un gran dilema al que nos tenemos que enfrentar cuando tenemos una mascota felina en casa. En el caso de adoptar un gato adulto, no hay dilema, lo habitual es que las protectoras de animales lo castren antes de ponerlo en adopción, pero si tenemos un gato bebé que nos han regalado, lo más probable es que aún no esté esterilizado.
En esta situación, y si no hemos tenido antes un gato, puede que no tengamos demasiado claro los beneficios de la castración en gatos o sus inconvenientes. No te preocupes, en este artículo intentaré abordar todas las dudas habituales en la castración de gatos.
¿Qué es castrar a un gato?
Castrar o esterilizar a un gato habitualmente implica una intervención quirúrgica. La esterilización de un gato macho tiene como objetivo extirpar sus testículos, una operación llamada orquiectomía.
En el caso de gatos hembras no se utiliza tanto el término castración y si el de esterilización. En este caso se extirpan los ovarios, o los ovarios y el útero.
Para las gatas hay una opción menos dramática, se trata de la castración química, en la que se administran a la gata anticonceptivos para evitar el embarazo. Se le pueden administrar vía pastillas, una vez a la semana o a través de inyecciones, una vez cada cinco meses.

¿Cuáles son los beneficios de castrar a un gato macho?
Si le preguntamos a algún amante de los gatos, que lleva conviviendo con ellos durante un tiempo, o si se lo preguntamos a nuestro veterinario, nos dirá que la esterilización de un gato macho está sobradamente justificada, que los beneficios de la castración en un gato macho superan a los perjuicios. Los efectos de la castración del gato sobre su comportamiento y sobre su salud, son ventajas más que suficientes para castrar o esterilizar a un gato.
¿Para qué castrar a un gato?
Las ventajas de castrar a un gato macho o hembra no se limitan sólo a su comportamiento, también existen ventajas a nivel de prevención de enfermedades:
- Una de las principales ventajas para nosotros, y nuestra convivencia dentro de casa, está en la disminución de la necesidad del gato de tener que marcar su territorio.
- En caso de convivencia con otros machos, reduciremos de manera notable la agresividad hacia otros congéneres y evitaremos peleas.
- En los gatos castrados se reduce la lívido, de modo que evitaremos su propensión natural a buscar hembras y escaparse de casa en los periodos de celo.
- Tanto en machos como en hembras la castración tiene como fin último evitar los embarazos no deseados, y que haya demasiados cachorros que no sabemos que hacer con ellos, y por tanto, reducimos el abandono de mascotas en la calle.
- La castración en gatos machos elimina el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con los testículos, como es el cáncer. También se reduce de manera significativa el riesgo de padecer enfermedades derivadas de la producción de hormonas, como la prostatitis.
- Esterilizar a las gatas repercute en una disminución del riesgo de padecer todo tipo de cánceres de ovarios o del útero, a los que son bastante propensas.
Inconvenientes de castrar a un gato
Aunque los beneficios de la castración son evidentes y los gatos castrados poseen una esperanza de vida mayor, no debemos pasar por alto que existen ciertos inconvenientes de castrar a un gato, relacionados también con su salud y los cuidados que le debemos proporcionar a partir de ese momento:
- Los mayores riesgos a nivel físico tienen que ver con la propia operación. En el caso de la castración de gatos machos los riesgos son bajos, infecciones o abscesos son los más comunes, sin embargo en la esterilización de gatos hembras, la operación es de mayor envergadura y la anestesia es un riesgo, aunque bastante limitado.
- Otro riesgo para los gatos esterilizados está en su tendencia a la obesidad a partir de ese momento. Los gatos esterilizados se muestran mucho más tranquilos y se mueven menos, pero esta tendencia a la obesidad se puede prevenir con juegos y una alimentación adecuada a su nuevo estado.

¿Cuándo castrar a un gato?
Tanto si tienes un gatito o una gatita, debes saber que se pueden castrar en cualquier momento de su vida, aunque los mayores beneficios para su salud y para nosotros están en su estado más joven.
El consenso entre los veterinarios de cuándo castrar a un gato macho, es justo cuando llegan a su madurez sexual, sobre los 4 a 6 meses de edad. En las gatas la esterilización se suele llevar a cabo a partir de los 7 meses de edad.
Hay cierta polémica sobre la castración temprana que se produce entre los 2 y 3 meses de edad, y que habitualmente se lleva a cabo en gatos de raza vendidos por criadores profesionales, con la intención de no vender gatos con pedigrí que puedan servir para la cría descontrolada y pervertir los estándar de la raza.
Cuánto cuesta castrar un gato
En este punto es lógico que te preguntes cuanto vale castrar un gato. La intervención en los gatos machos es mucho menor que en las hembras, y por tanto su coste es bastante inferior.
En cuanto cuánto cuesta esterilizar un gato macho dependerá de varios factores, como nuestro lugar de residencia y la tarifa del propio veterinario, podemos estimar que el precio puede estar entre 50€ y 100€, aunque siempre podemos pedir un presupuesto previo, antes de llevar a cabo la intervención.
Igualmente, a la pregunta de cuanto cuesta esterilizar una gata, debemos tener en cuenta las variables anteriores, pero para hacernos un cálculo el precio puede oscilar entre 100€ y 300€.